Una de las preguntas más frecuentes entre los principiantes al aprender guitarra es: ¿cuántas horas al día debería dedicarle? Algunos piensan que son necesarias horas y otros solo unos escasos minutos. La cuestión es el equilibrio: más que la cantidad, es la calidad de cómo se practique.
La importancia de la constancia
Practicar a diario aunque sea poco es mucho más efectivo que dedicar una larga sesión una vez por semana. Con 15 a 20 minutos al día, tu mente y tus manos se familiarizan con el instrumento, lo que produce un progreso continuado.
Calidad mejor que cantidad
Practicar con conciencia, cuidando la postura, el tempo y los cambios de acordes, es preferible a estar repitiendo sin sentido durante horas. Cinco minutos de pura atención son mejores que una hora tocando a lo loco.
Cómo gestionar tu tiempo de práctica
Una rutina básica para principiantes puede distribuirse así:
Calentamiento: ejercicios básicos de dedos (2-3 minutos).
Acordes y transiciones: practicar cambios entre dos o tres acordes (5-10 minutos).
Canciones: aplicar lo aprendido en una canción sencilla (10 minutos).
Un total de 20 a 25 minutos son más que suficientes si se hace correctamente.
Señales de que practicás demasiado o demasiado poco
Si, tras tocar, sentís una frustración constante, probablemente no estás siendo consciente en la práctica.
Si solo tocás de vez en cuando, te darás cuenta de que siempre “estás empezando”.
Si forzás la mano hasta el dolor, es hora de bajar la cantidad y mejorar la calidad.
La clave no está en pasar horas enganchado a la guitarra, sino en la práctica constante y enfocada. Con tan solo 20 minutos al día, podés mejorar muchísimo más de lo que pensás.
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