Tocar la guitarra debería ser un placer, no una carga para la espalda, las muñecas o el cuello. Una mala postura es uno de los errores más frecuentes de principiantes y puede hacer que te cueste más avanzar. Con unos pequeños cambios podés evitar cualquier tipo de lesión y tocar de una forma mucho más cómoda.
¿Por qué resulta tan importante la postura?
La postura interviene en dos aspectos fundamentales:
Salud física → evita dolores posteriores y lesiones a largo plazo.
Técnica musical → una buena posición te da más flexibilidad a la hora de moverte y tocar con fluidez.
Con una buena postura tu práctica rinde mucho más.
Postura al tocar sentado
Usá una silla sin reposabrazos, con la espalda erguida.
Colocá la guitarra sobre la pierna dominante (o la izquierda si preferís un estilo clásico, utilizando un banquito).
Aseguráte que el mástil quede levemente inclinado hacia arriba, en vez de paralelo al suelo.
Relajá hombros y brazos para evitar tensión.
Postura al tocar de pie
Colocá la correa a una distancia de altura confortable (ni muy baja ni muy alta).
Lo más ideal es que la posición sea similar a la cuando tocás sentado.
Deberías tener ambos pies bien apoyados en el suelo y evitar encorvarte.
Errores generales que causan incomodidades
Subir demasiado el hombro al sostener la guitarra.
Apoyar mal la espalda o encojerse hacia adelante.
Colocar el pulgar por encima del mástil, lo que limita los movimientos de los dedos.
Consejos útiles para mejorar tu postura
Un consejo es tocar frente a un espejo, ya que te permite ver y corregir hábitos no deseados que tal vez no te das cuenta tocando. También es bueno descansar pequeños períodos de tiempo para liberar la tensión de la espalda y las muñecas. Y si quieres avanzar más todavía: grabarte en video te ayudará a ver tu postura desde afuera y a hacer los cambios necesarios hasta que estés realmente cómodo.
Una buena postura no solo te permite tocar más cómodamente, sino que además te asegura avanzar con menos esfuerzo y sin ningún tipo de dolor. Recordá: la guitarra es un camino largo, cuidarse de lesiones desde el principio es tan importante como aprender acordes.
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